Desde hace unos días estamos escuchando de nuevo cifras de contagios por este maldito virus que no quiere dejarnos que recuperemos nuestra tan añorada normalidad.
Estamos viendo cifras de rebrotes por todos los rincones de nuestro país, zonas que están "recomendando" medidas como una vuelta a fases anteriores e incluso pesa sobre la cabeza de muchos un posible confinamiento. También se están tomando otras medidas como en Castilla la Mancha y en otras Comunidades Autónomas estableciendo la obligación de USAR la mascarilla.
Por desgracia, comenzaron estos rebrotes como algo puntual pero ya en muchas zonas se ha convertido en un contagio comunitario. Y es un peligro.
Pero esta oleada de rebrotes, según la autoridades, en un porcentaje muy alto es debida a la falta de responsabilidad social.
Hemos estado confinados mucho tiempo, con ganas de volver a la "nueva normalidad", a juntarnos con nuestras familias y amigos, pero se nos olvidó algo... que el virus sigue aquí entre nosotros. En nuestra mente como individuos, necesitamos sentir que ésto ha terminado y por eso está por encima de todo, volver a sentirnos como antes, volver a nuestras rutinas, sin pensar en las consecuencias de nuestros actos que puede tener en toda la sociedad y en nuestros puestos de trabajo y empresas.
Este virus, lo sabemos todos, su principal vehículo de transmisión es el contacto, y evitar ese riesgo depende exclusivamente de nosotros, y solo con nuestra actitud podemos frenar la transmisión o acelerarla.
Toda la sociedad, jóvenes y mayores, hombre y mujeres, trabajadores, funcionarios, jubilados y empresarios..., TODOS tenemos que ser conscientes de nuestros propios riesgos, saber que sí me arriesgo no me pongo solo en peligro a mi, sino en realidad estoy arriesgando a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo, en definitiva, nos pones en peligro a todos.
La responsabilidad por supuesto que es compartida, entre nuestros dirigentes pero en esta ocasión, nuestra acción es vital pensando en el bien general, comprometiéndonos en poner nuestro granito de arena para evitar la propagación de este virus.
Durante estos tiempos, estamos viendo, que muchos colectivos están luchando por nosotros, sanitarios, farmacéuticos, equipos de limpieza, cuerpos y fuerzas de seguridad, voluntarios... Y también empresas, que han dado muestras de responsabilidad social ante el COVID-19 por el que se ha demostrado como han sabido estar a las duras para estar al lado de la sociedad. Muchas de ellas han cambiado su producción para fabricar mascarillas, equipos de protección, han estado horas sin dormir para realizar en muchos casos labores de la propia Administración que ha tenido momentos de colapso.
Son muchos los que se han esforzado por sacar a nuestro país adelante, y por eso, no olvidemos estos actos, nosotros como integrantes de esta sociedad, no podemos olvidar lo que han hecho estos colectivos, lo que están haciendo y, por desgracia... el difícil trayecto de futuro que tienen muchos colectivos y sobre todo muchas empresas.
No olvidemos ese esfuerzo, nos necesitan y solo nos piden una cosa, que seamos responsables, que actuemos con responsabilidad social, y miremos más por el bien de la sociedad, y te rogamos en su nombre: Toma medidas para evitar contagiarTE y contagiar a los demás, e impidamos la paralización sanitaria y económica de nuestro pueblo y nuestro país. Es la hora de la responsabilidad.